The Virtue Proposition (2024) argumenta que los enfoques tradicionales de liderazgo carecen de énfasis en las virtudes y, en consecuencia, no logran ofrecer resultados consistentemente superiores. Aboga por una "tercera vía valiente" de liderazgo virtuoso basado en el amor, la integridad, la verdad, la excelencia y las relaciones.
