Por Ranjay Gulati (Adaptación)
En tiempos de volatilidad política y económica, el instinto natural de muchos líderes es congelarse. Buscan refugio, protegen los activos y esperan a que pase la tormenta. Sin embargo, la investigación es clara: la fortuna no favorece a los cautos, sino a los valientes.
Un estudio que realicé con mis colegas sobre 4.700 empresas durante recesiones anteriores reveló que el 9% que emergió más fuerte no fue el grupo que solo recortó costos, sino el que tomó riesgos calculados para invertir en crecimiento. Pero, ¿cómo se da ese salto cuando el futuro es una incógnita?
La valentía a menudo se malinterpreta como un rasgo innato o la ausencia de miedo. En realidad, la valentía es una elección y una habilidad que se puede aprender. Es la voluntad de tomar acciones audaces para un propósito digno, a pesar del miedo. Mientras que la gestión de riesgos tradicional funciona cuando las variables son conocidas, en entornos VUCA (Volátiles, Inciertos, Complejos y Ambiguos), el análisis de costo-beneficio se queda corto.
Tras analizar a líderes audaces, desde CEOs como Larry Fink de BlackRock hasta héroes cotidianos, he identificado cinco estrategias para cultivar la valentía necesaria para actuar.
1. Construye una narrativa positiva
El miedo a menudo surge de una sensación de pérdida de control. Para contrarrestarlo, los líderes valientes reescriben la historia que se cuentan a sí mismos.
Caza de riesgos (Risk Hunting): En lugar de temer a lo desconocido, identifícalo activamente. Larry Fink construyó su carrera buscando señales en el ruido para mitigar amenazas, lo que paradójicamente le dio la confianza para realizar adquisiciones masivas. Al poner nombre a los riesgos, el caos se vuelve más ordenado.
La búsqueda moral: Reenmarca tu trabajo como una misión ética. Cuando Frances Haugen denunció las prácticas de Facebook, o cuando Indra Nooyi transformó el portafolio de PepsiCo hacia productos más saludables, no lo hicieron por ROI, sino por convicción moral. El propósito es un antídoto potente contra el miedo.
2. Cultiva la confianza mediante la preparación
La confianza no es arrogancia; es autoeficacia. Proviene de saber que tienes las herramientas para manejar lo inesperado.
Entrenamiento deliberado: El piloto “Sully” Sullenberger no aterrizó en el Hudson por suerte, sino porque había interiorizado tanto los protocolos de emergencia que su respuesta fue automática.
Proceso sobre resultado: Enfócate en lo que controlas. No puedes controlar la economía global, pero puedes controlar la eficiencia de tus operaciones o la calidad de tu servicio al cliente. Al centrarte en la ejecución (el “cómo”) en lugar del resultado final incierto, recuperas tu agencia.
3. Avanza con pasos pequeños (Sensemaking)
La valentía no siempre significa dar un salto al vacío. En situaciones ambiguas, los líderes efectivos practican el sensemaking (creación de sentido). En lugar de esperar un plan perfecto, toman pequeñas medidas para generar información. Observan el resultado, ajustan su hipótesis y dan otro paso. Es lo que Amazon llama “puertas de doble sentido”: decisiones reversibles que permiten explorar el terreno sin comprometer la supervivencia de la empresa. No necesitas ver toda la escalera para dar el primer paso.
4. Busca conexión: La valentía es un deporte de equipo
El mito del líder solitario y estoico es peligroso. La valentía requiere un ecosistema de apoyo.
Aliados y Mentores: Necesitas personas que refuercen tu identidad y capacidad. Leena Nair, CEO de Chanel, superó el síndrome del impostor apoyándose en mentores que le recordaban sus fortalezas, no sus limitaciones.
Críticos constructivos: La verdadera confianza requiere validación. Busca a quienes desafíen tus narrativas y señalen tus puntos ciegos. Esto no debilita tu posición; asegura que tu audacia no se convierta en imprudencia.
5. Mantén la calma (Regulación emocional)
Finalmente, la biología importa. No puedes tomar decisiones valientes si estás agotado o en pánico.
Rituales: Steve Jobs se miraba al espejo cada mañana con una pregunta existencial. Otros usan la meditación o el ejercicio. Los rituales crean una sensación de familiaridad y control en medio del caos.
Reencuadre (Reframing): Cambia tu perspectiva del miedo. En lugar de ver una recesión como una amenaza existencial, entrénate para verla como una oportunidad para ganar cuota de mercado mientras tus competidores se retiran.
Conclusión
Hoy, con la incertidumbre dominando las llamadas de ganancias del S&P 500, la precaución excesiva es el verdadero riesgo. La valentía no es imprudencia; es una competencia de liderazgo esencial. Al adoptar estas estrategias, puedes pasar de la parálisis a la acción, asegurando no solo la supervivencia de tu organización, sino su prosperidad futura.



