La Historia
Las “Siete Magníficas” (piensa en Apple, Microsoft, Google, Amazon, etc.) están en una racha de gastos de inteligencia artificial que haría sonrojar a un ganador de lotería. Sus informes de ganancias recientes se ven geniales, y todos están hablando del “boom de la IA”. Pero si miras más de cerca, hay un pequeño problema: están gastando dinero mucho más rápido de lo que lo están ganando.
Explícamelo...
Imagina que tu amigo empieza a ganar un gran sueldo. En lugar de ahorrar, gasta cada centavo (y más) en construir una mansión, con la corazonada de que “será una gran inversión”. Así es Big Tech ahora mismo.
Solo cuatro de estos gigantes (Microsoft, Amazon, Meta y Alphabet) planean gastar $350 mil millones este año. Goldman Sachs cree que el gasto global en infraestructura de IA podría alcanzar los $4 billones (sí, con ‘B’ de ‘billones’) para 2030. Están construyendo centros de datos del tamaño de ciudades y comprando chips de computadora tan caros que podrían estar hechos de oro.
El problema es que este gasto está devorando su efectivo. Piénsalo como su flujo de caja libre (el dinero que les queda después de pagar las facturas) evaporándose.
El gasto de capital (capex) como porcentaje de su flujo de efectivo operativo está en un récord del 60%. Y sigue subiendo.
El flujo de caja libre de Amazon en los últimos 12 meses... ha caído casi un 70%.
Se espera que el flujo de caja libre de todo el grupo de “hiperescaladores” caiga más del 40% en el primer trimestre del próximo año.
Como dijo un analista, la matemática es simple: “Big Tech va a bombear casi todo su flujo de caja libre a capex en solo unos pocos años”. A menos que, de alguna manera, empiecen a ganar mucho más dinero con esta IA, y rápido.
El Gran “Pero”: Creación vs. Captura
Aquí es donde se pone complicado. Nadie duda que la IA creará valor. Cambiará la medicina, las finanzas, el entretenimiento... básicamente todo. A eso se le llama “creación de valor”.
La verdadera pregunta es sobre la “captura de valor”.
Es decir, ¿las compañías que están gastando estos cientos de mil millones serán las que realmente se queden con las ganancias?
Daniel Keum, profesor de Columbia Business School, lo dijo sin rodeos. ¿Fluirá ese valor de vuelta a las compañías que hacen las inversiones? “Para mí, la respuesta clara es no”.
Piénsalo de esta manera: están construyendo una autopista nueva y reluciente. La autopista creará valor para toda la región. Pero, ¿qué pasa si la compañía que construyó la autopista no puede cobrar un peaje lo suficientemente alto? ¿Qué pasa si son las gasolineras, los restaurantes y los parques temáticos junto a la autopista (que no pagaron por construirla) los que se hacen ricos? Big Tech está construyendo la autopista más cara de la historia y rezando para que sean dueños de todas las salidas rentables.
Entonces, ¿Cuál es el Riesgo?
La presión es inmensa. Cuando gastas tanto, tus inversores no quieren ver retornos “buenos”. Quieren ver retornos milagrosos.
Tomemos a Meta (Facebook/Instagram). Anunciaron un gasto de capital de $70 mil millones. Pero sus ingresos subyacentes son solo $3-5 mil millones más altos de lo que eran antes de empezar a gastar todo este efectivo. Un analista llamó a eso un retorno de inversión “mediocre”.
Claro, Mark Zuckerberg puede argumentar que esto es una apuesta a largo plazo. Que el verdadero riesgo es no gastar nada y ser el próximo MySpace. Pero mientras tanto, deja a estas compañías súper vulnerables. ¿Qué pasa si hay una recesión? Quedan atrapados con facturas gigantescas y mucho menos efectivo en el banco.
¿Por Qué Debería Importarme?
Porque esta no es solo la apuesta de Silicon Valley. Es la tuya también.
Casi todos los que tienen un fondo de jubilación o un 401(k) están expuestos. Las “Siete Magníficas” por sí solas representan un récord del 37% del S&P 500. Tu fondo de jubilación casi seguro tiene una gran parte de tu dinero en estas siete compañías.
Es como si toda tu cartera de jubilación estuviera apostando a siete caballos en una carrera de 500.
Los gestores de fondos saben que las acciones son caras, pero tienen miedo de venderlas porque, hasta ahora, han sido “máquinas de imprimir dinero”. La pregunta es si pueden seguir imprimiendo dinero tan rápido como lo están gastando en su sueño de IA.
En resumen…
Big Tech está apostando la casa en la IA. Están convencidos de que es el futuro y están gastando cientos de mil millones para construirlo. Pero todo ese gasto significa que su efectivo se está agotando, y no está nada claro si serán ellos quienes se beneficien de su propia revolución.
Irónicamente, un estudio reciente de Wharton encontró que las empresas más pequeñas en realidad están viendo mejores retornos de sus (mucho más pequeñas) inversiones en IA.
Para los gigantes de Big Tech, con sus valoraciones de billones de dólares y sus presupuestos de cientos de mil millones, la vara para el éxito no solo está alta. Está en la estratosfera. Y tu cuenta de ahorros está subida a ese cohete.



