Por John C. Maxwell🖊️
Sinópsis ⚡️
Good Leaders Ask Great Questions (2014) se centra en cómo el liderazgo exitoso no se trata de tener todas las respuestas, sino de hacer las preguntas correctas. La búsqueda constante de mejora, innovación y crecimiento es lo que separa a los buenos líderes de los grandes.
¿Qué vas a aprender?
Nunca dejes de preguntar.
Bienvenido a esta Gran Idea. Para este tipo de resumen, nuestros editores eligen una idea provocativa de un libro para que puedas aprender algo nuevo en solo unos minutos.
Esta vez, la idea de la que nos gustaría hablar es la prominencia de hacer preguntas en el liderazgo. Central para esto es la convicción de que ser un gran líder no requiere tener todas las respuestas. En cambio, está anclado en tener la curiosidad y el coraje para hacer preguntas pertinentes.
En una era donde el éxito a menudo se mide por la calidad de las respuestas, el arte de hacer las preguntas correctas a menudo puede ser ignorado. Sin embargo, es importante recordar que cada respuesta esclarecedora comenzó su viaje como una humilde pregunta. Los grandes líderes entienden esto y no solo proporcionan respuestas; cultivan una cultura que valora y fomenta el cuestionamiento. Esto se aplica no solo a sus interacciones con sus equipos, sino también a sus viajes de auto-mejoramiento.
El liderazgo exitoso no se trata de acaparar conocimiento; se trata de incitar la curiosidad, provocar la discusión y tender puentes de entendimiento. Se trata tanto de aprender algo nuevo como de liderar a las personas. Todo esto comienza con la voluntad de preguntar, “¿Cómo puedo hacerlo mejor?”
Mantén tu cuestionamiento constantemente
Imagínate como el capitán de un barco, navegando por aguas turbulentas. Para dirigir efectivamente, no puedes depender únicamente de experiencias pasadas o planes, sino que debes ajustar tus velas según el viento, medir la profundidad de las aguas y comprometerte continuamente con tu entorno. Esta es la esencia del liderazgo: adaptabilidad, humildad y un deseo incesante de aprender y mejorar. No se trata de tener todas las respuestas; más bien, se trata de hacer las preguntas correctas.
Una pregunta reflexiva que podrías hacerte podría ser “¿Estoy invirtiendo en mí mismo?” Es una pregunta importante que señala tu disposición para crecer y expandirte. La inversión que haces en ti mismo está dictada por cuánto crees en tus capacidades y el tamaño de tus sueños. Si aspiras a tener un impacto significativo, tus inversiones deben alinearse con esta ambición.
Considera, por ejemplo, cómo un jardinero cultiva sus plantas: regando, nutriendo e invirtiendo tiempo y recursos para verlas florecer. Tú eres el jardinero de tu vida, y tu crecimiento personal es esa planta en ciernes. Necesita insumos: recursos, conocimientos, experiencias y tiempo. Cuanto más lo nutras, más abundante y satisfactorio será el resultado.
¿Y qué pasa con las personas con las que eliges rodearte? Las personas alimentan nuestros pensamientos, influyen en nuestras acciones y ayudan a moldear nuestras percepciones. Rodéate de individuos que compartan tu entusiasmo por grandes sueños y desarrollo personal. Ellos te inspirarán, te apoyarán y viajarán contigo mientras navegas el camino hacia tu ambición.
Otra pregunta profunda para reflexionar es: “¿Soy un líder arraigado?” Esta pregunta te incita a profundizar en tu estilo de liderazgo e identificar áreas en las que necesitas trabajar. Los líderes arraigados son humildes, auténticos y están impulsados por una vocación mayor que ellos mismos.
Su humildad les permite empoderar a sus equipos en lugar de buscar un rango personal o reconocimiento. Su autenticidad previene la creación de fachadas y fomenta la honestidad, incluso al admitir fallos o fracasos individuales. Su vocación es un propósito mayor que el logro personal o el reconocimiento; es esencialmente la razón por la que lideran. Esta vocación los mantiene anclados, les da perspectiva e infunde sus acciones y decisiones con significado.
Sin embargo, el liderazgo no se trata solo de introspección personal. Se extiende hacia un diálogo productivo con tu equipo. Preguntarles “¿Qué piensas?” no solo fomenta una política de puertas abiertas, sino que valida sus percepciones. Las variadas perspectivas que surgen de esta única pregunta pueden resultar invaluables al ponderar múltiples soluciones, tomar decisiones acertadas y descubrir obstáculos ocultos.
Por último, considera preguntar a tu equipo: “¿Qué necesito comunicar?” Esto te invita a ponerte en sus zapatos, entendiendo sus necesidades, preocupaciones y lo que quieren saber. Es fácil centrarse en el “contenido”: las estadísticas, números y decisiones. Pero, entender el contexto de su comprensión puede mejorar significativamente la eficacia con la que entregas tu mensaje.
Resumen final
Repasemos: El liderazgo se trata de hacer las preguntas correctas. Dichas consultas estimulan la introspección y fomentan el diálogo con tu equipo, contribuyendo al crecimiento profesional y personal. Se trata de humildad, autenticidad, aprendizaje continuo y comunicación efectiva. Se trata de preguntar, escuchar y luego liderar. El viaje de liderazgo, como navegar en un barco, es una fase constante de aprendizaje y ajuste. ¡Y todo comienza con una pregunta!
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Acerca del autor
John C. Maxwell es un experto en liderazgo reconocido internacionalmente, autor best-seller y orador. Ha escrito numerosos libros sobre principios de liderazgo y crecimiento personal, los cuales han sido traducidos a cincuenta idiomas.



