Resumen: Ser valiente en liderazgo no exige ausencia de miedo, sino actuar con propósito a pesar de él. Crea claridad cuando el entorno es ambiguo: redefine el miedo con una narrativa que te dé autonomía, desarrolla competencia mediante práctica deliberada y best practices, y mueve el proyecto con pequeños pasos que generen aprendizaje. Apóyate en aliados para obtener feedback honesto y recursos, fortaleciendo decisiones y propósito. Finalmente, protege tu calma con descanso, rituales y replanteamiento. La valentía es un músculo entrenable: enfócale disciplina, conexión y acción. Con esta ruta, avanzarás con convicción, incluso bajo presión. Lee este artículo completo en Brieffy
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Brieffy para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.