Lidiar con el conflicto en el trabajo es un reto inevitable para cualquier profesional. Desde correos electrónicos tensos hasta reuniones cargadas de emociones, saber cómo actuar ante estas situaciones puede marcar la diferencia entre un ambiente tóxico y uno colaborativo. A continuación, se presentan seis estrategias clave para enfrentar el conflicto de forma constructiva y mantener la armonía en el equipo.
1. Resolver conflictos con perspectiva y claridad
Ante una confrontación, evita reaccionar de inmediato. Reflexionar antes de responder ayuda a reducir la tensión. Intenta comprender el punto de vista del otro, identifica la causa real del problema (tarea, proceso, autoridad o relación personal) y define tu objetivo: ¿resolver rápido, completar un proyecto o mantener la relación? Luego, elige cómo actuar. A veces lo mejor es dejarlo pasar; otras, se necesita una conversación clara y directa.
2. Mantener la compostura cuando las emociones escalan
La civility no solo mejora la salud mental, sino también el compromiso con la organización. Para responder de manera constructiva:
Observa tu reacción automática.
Nombra la emoción que sientes para recobrar el control.
Rompe el ciclo respondiendo con claridad y neutralidad, evitando escalar el conflicto.
3. Fomentar el conflicto saludable en tu equipo
El desacuerdo bien manejado promueve la innovación. Para estimularlo:
Normaliza la discrepancia y establece normas claras.
Resalta tensiones positivas como velocidad vs. calidad.
Separa las personas de los problemas.
Mantén la calma y demuestra curiosidad, incluso en momentos de tensión.
4. Manejar el celo de un compañero de trabajo
Cuando un logro genera envidia en colegas, actúa con elegancia:
Verifica si el comportamiento realmente cambió.
Explora su perspectiva y ofrece colaboración.
Evalúa quién tiene más poder: si eres tú, puedes estar más tranquilo; si no, procede con cautela.
Identifica aliados y, si es necesario, minimiza el contacto con quien no te apoya.
5. Prepararse para reuniones cargadas de tensión
No improvises ante situaciones difíciles. Anticiparse al contexto emocional permite manejar mejor la conversación:
Visualiza el escenario y ensaya respuestas.
Reencuadra tu mentalidad pensando en posibles beneficios.
Ajusta los detalles logísticos con las Five W’s (quién, qué, dónde, cuándo y por qué).
Reserva tiempo antes y después para mantener el equilibrio emocional.
6. Enseña a tu equipo a discrepar constructivamente
El pensamiento crítico requiere reglas claras:
Define normas de debate respetuoso.
Usa un proceso de cuatro pasos: generar ideas, aclarar suposiciones, introducir fricción y seleccionar las mejores ideas.
Fomenta la confianza y la colaboración interdisciplinaria.
Asigna roles que desafíen ideas para evitar la personalización.
Lidera con preguntas y muestra el ejemplo en cómo propones y recibes críticas.
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Sobre los autores
Este artículo fue elaborado por los editores de Harvard Business Review y recopila consejos de especialistas como Amy Gallo, Laura Cassiday, David Rock, Dorie Clark, Ruth Gotian y Dina Denham Smith.