Cómo las juntas directivas pioneras están usando la IA para tomar mejores decisiones
Aunque la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta crucial para operaciones corporativas, pocos miembros de juntas directivas reconocen su potencial para mejorar la preparación, el debate y la toma de decisiones estratégicas. Esta es la principal conclusión de los autores Stanislav Shekshnia y Valery Yakubovich tras realizar grupos focales con más de 50 presidentes, vicepresidentes y líderes de comités en Europa, Asia y América del Norte.
¿Qué se sabe sobre estos rituales complejos? A través de varios estudios realizados en Estados Unidos y Alemania, los investigadores analizaron cómo afectan estos eventos extensos y socialmente exigentes a los empleados. Por un lado, encontraron que pueden fortalecer la conexión entre colegas y generar sentimientos positivos hacia la empresa. Por otro, también pueden provocar sensaciones de exclusión, falta de autenticidad y sacrificios personales no recompensados.
La investigación demuestra que la experiencia emocional vivida durante el ritual influye directamente en el comportamiento posterior del empleado. Cuando los eventos incluyen interacciones significativas o reconocimientos por parte de líderes, los empleados se muestran más comprometidos y colaborativos, y menos propensos a buscar nuevos empleos. Sin embargo, si predominan las experiencias negativas, estos beneficios desaparecen por completo.
Para maximizar los efectos positivos de estos eventos, los autores proponen una lista de buenas y malas prácticas:
Qué hacer:
Fomentar conexiones auténticas, especialmente entre empleados que rara vez interactúan.
Ofrecer beneficios significativos como comida de calidad o regalos pensados, elegidos con participación de los empleados.
Cargar el ambiente de energía positiva, mediante oradores motivadores o juegos con premios.
Crear un entorno relajado, con flexibilidad de asistencia y estructura.
Qué evitar:
Ignorar los sacrificios personales, como tiempo extra o gastos no cubiertos.
Gastar en exceso o muy poco, buscando siempre el equilibrio entre impacto y costo.
Perder la oportunidad de reconocer el esfuerzo, mediante agradecimientos públicos y personales.
Forzar la participación, lo que genera incomodidad y disminuye la autenticidad.
Los autores advierten además sobre las limitaciones de su estudio, señalando que los efectos pueden variar según la cultura organizacional y nacional. En contextos más colectivistas, por ejemplo, los empleados podrían mostrar mayor tolerancia a experiencias negativas.
En conclusión, los rituales complejos tienen un alto potencial, pero también grandes riesgos si no se diseñan con cuidado. La clave está en equilibrar los elementos positivos y minimizar las barreras que impidan disfrutar de la experiencia. Solo así estas actividades pueden convertirse en verdaderas herramientas de compromiso organizacional.
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Sobre los autores:
Junhyok Yim es Profesor Asistente en City University of Hong Kong y estudia el impacto de factores no laborales en el comportamiento organizacional.
Anthony C. Klotz es Profesor de Comportamiento Organizacional en UCL School of Management, centrado en renuncias y diseño biofílico.
Trevor A. Foulk enseña en la University of Florida y explora dinámicas jerárquicas y bienestar laboral.
Pauline Schilpzand, profesora en Oregon State University, investiga cómo la incivilidad y el liderazgo afectan el rendimiento y la proactividad.



