La selección de proyectos de innovación es un desafío recurrente para las empresas. Al revisar un listado de propuestas, los comités enfrentan la tarea de identificar cuáles valen la pena y cuáles no. Un proceso eficaz puede marcar la diferencia entre éxito y fracaso comercial. Pero, ¿cómo decidir de manera informada y eficiente?
Métodos comunes para seleccionar proyectos
Decisión ejecutiva: En este enfoque, un líder toma las decisiones basado en su experiencia y en el apoyo de expertos. Si bien puede ser eficiente, este método puede fallar frente a proyectos novedosos que requieran conocimientos especializados.
Votación interna: Usado ampliamente, este método permite a los comités evaluar proyectos con un sistema de sí/no. Sin embargo, falla al discriminar entre opciones cuando hay empates o presupuestos limitados.
Puntuación interna: Ideal para organizaciones con proyectos similares y pocos candidatos. Permite a los evaluadores asignar puntos basados en la viabilidad comercial. No obstante, pierde eficacia en entornos diversificados o de alta incertidumbre.
Clasificación interna: Este método, que organiza proyectos según su prioridad, destaca como el más robusto y eficiente, especialmente con presupuestos ajustados o muchos candidatos. Es utilizado por empresas como Novartis para seleccionar proyectos de alto riesgo.
Enfoque colaborativo (“Kickstarter”): Algunas plataformas internas permiten a los empleados construir carteras virtuales, lo que mejora la discriminación de opciones. Aunque es costoso, ofrece mayor precisión que los métodos tradicionales.
Factores clave a considerar
Presupuesto: Cuanto más ajustado sea, mayor necesidad de un método que discrimine eficazmente entre los mejores proyectos.
Cantidad de propuestas: Si hay muchas opciones, la clasificación es más efectiva que la puntuación o la votación.
Composición del comité: Equipos con miembros diversos o en menor número suelen beneficiarse más del método de clasificación.
Dominio de experiencia: En campos altamente especializados, delegar a expertos puede ser útil, pero para innovación disruptiva, la clasificación es preferible.
El método de clasificación: Una elección estratégica
La clasificación combina perspectivas colectivas y simplifica la toma de decisiones. Un ejemplo exitoso es Novartis, que en 2020 usó este enfoque para elegir 4 proyectos entre 155 propuestas. Según investigaciones, este método supera a la votación y la puntuación en entornos con alta incertidumbre.
La adopción de la clasificación puede incrementar el rendimiento promedio de una cartera en un 10-20%. Además, es fácil de implementar y aprovecha las perspectivas colectivas, maximizando la probabilidad de elegir correctamente los proyectos más prometedores.



